
“¡Carmen, deja las gallinas!”, gritaba Padre desde la piedra que había en la puerta del molino. Yo tenía…deja que piense…6 años. Me encantaba dar de comer a aquellos animalejos. ¡Eran tan agradecidas! Me devolvían el favor con aquel manjar tan exquisito. Nada mejor que unos huevos fritos recién puestos. ¡Qué maravilla! Aprendí sin duda a valorarlo cuando dejé de tenerlo.…
Hola, soy Carmen. Nací en un molino, el molino del Tío Martín “El Tabernero”. Te doy la bienvenida a mi vida. Desde hoy me gustaría compartir contigo historia e historias de una vida que, sin ser especial, seguro que te sorprenderá. Estás a punto de adentrarte en un camino en el que descubrirás maravillas naturales, relaciones humanas en las que…